Desenterrando el alma
que ha quedado en la punta de la mágica
pala, que aún recurre
al insomnio del hambre...
A la mágica ensoñación de los diableros
que naufragan nocturneando
el tiempo de los castigos semidivinos...
Castigo Humano
A mi pobre negrito de Sudán...
Al negrito de San Miguel
que codo a codo se abre paso
en las trincheras del sanmartín...
Desenterrando el alma
que se duerme en la madrugada
del piringundin de la estación,
escuchando el estrepitoso latido de las vías...
Frío
Hambre
Soledad y los mormones que pasan y pasan...
¡Decime Cachilo si pensaste Soledad!...
Y la frente oscurecida
por la escarcha de la mañana
que abraza y atenaza sin consuelo,
le abre como un pañuelo las piernas
de seda que aguardan...
¡Decime Cachilo si pensaste Hambre!...
Ce mezcla con los otros de azul,
I también con otros de palas anchas...
O tanto frío para las manos cuarteadas
Necias del sudor y la tierra reseca...
Tierra colorada...
¡Oh tierra inmaculada de semillas
que pronto han de diseminar
la furtiva raíz de los tiempos
más colorados!...
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